Si algo hemos aprendido en esta época es a adaptarnos a las circunstancias y, como ha sido en mi caso, desarrollar unas capacidades que, en ocasiones, creía que no iban para nada conmigo.
Me refiero a las famosas "manualidades" tan injustamente ligadas a la Terapia Ocupacional. Durante años he tenido que desvincularlas de mi trabajo al tiempo que, como era habitual, debía explicar en qué consistía esas "cosas" y "juguetes" que usábamos en la sala.
Tras el Covid, nos vimos obligados a reducir los grupos de trabajo y a personalizar los materiales (lógicamente no podían compartirse durante las sesiones) con lo cual nos vimos con recursos más limitados. Entre desinfección y desinfección de la sala tuvimos tiempo para poner al día ideas de nunca se hubiesen materializado de otra forma. Vimos muchas cosas en tiendas online y en general, caras así que El hambre agudiza el ingenio y nos pusimos manos a la obra...
Decidimos centrarnos en la población más vulnerable, aquellos mayores con un deterioro avanzado donde tan importante era (y es) el contacto físico. No queríamos que perdieran esa conexión con el entorno y decidimos empezar por la estimulación sensorial, concretamente el sentido del tacto. Lo bueno de que fueran personales es que podíamos adaptarlos a cada residente y así encontrar aquellos estímulos más placenteros y ¿porqué no?, seguir manteniendo las capacidades manipulativas de cada usuario.
Hicimos dos modelos: una tabla sensorial (conocida también como panel, muy utilizado en niños a través del Metodo Montessori) para trabajar en mesa y mantas para aquellos que se encontraran en sillones o encamados.
Así quedaron...
Las posibilidades son tantas como la imaginación y la búsqueda de recursos.
Para la manta utilizamos esponjas, broches, mopas y estropajos.... ¡Incluso uno de los pececillos esta relleno de alubias!
Para la tabla la búsqueda de recursos fue mas sencilla, utilizando distintas texturas de tela y también piedras, pajitas y hasta césped (muy difícil de encontrar ya que los retales son muy caros en tiendas de bricolaje. Nosotros logramos un trozo de un resto de una escuela infantil. Como idea, si no lo hubiésemos encontrado, íbamos a usar los típicos fondos que se utilizan para las peceras).
Tanto en la manta como en la tabla, procuramos que todos los elementos fuesen de "quita y pon" para poder cambiarlos si se estropeasen, para lavarlos o para cambiarlos por otros mas adelante. Para ello usamos broches y velcro.
OBJETIVOS:
- Reconocer las diferentes sensaciones, la experimentación de las diferentes texturas
- Mantener la propiocepción y la exploración a través del tacto, estimular las capacidades sensitivas y sensoriales y dar sentido a esas sensaciones
- Fomentar estados placenteros y de relajación a través de texturas que les resulten agradables
- Mantener la motricidad fina y gruesa y las capacidades cognitivas a través de actividades propias de las sesiones de Terapia.
(Se me ha olvidado mencionar que la ayuda de las residentes fue fundamental, por lo que, en este caso, las odiadas "manualidades" sirvieron para, como todo, ayudarnos los unos a los otros).¡Ahora tenemos un pequeño taller y muchas mantas para hacer!
¡Feliz fin de semana!
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